Cuando los niños crecen, hace falta reformar el dormitorio para adaptarlo a las nuevas necesidades que surgen con el crecimiento. Ya con tener que comprar una cama y quizás también armarios, el gasto se hace significativo, pero podemos ahorrar buena parte reutilizando los que ya tenemos, como por ejemplo, la cuna.
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| Unos cuantos cojines, quitar uno de los lados y listo, tenemos un precioso sofá. |
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| Una de las opciones más recurridas es transformarla en escritorio |
A parte, también puedes utilizar la cara de la cuna que sobra para crear una estantería de pared o una repisa esquinera. Y el cambiador puedes modificarlo un poco (según el modelo) y hacer de él un gabetero normal.







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